Archivo Tomás Lefever

Música en Potencia (vol.2)

El pasado jueves 9 de junio (2022) se realizó el lanzamiento del disco Música en Potencia (Vol.2) de Tomás Lefever. Este disco contiene las obras Cuarteto 2 y Cuarteto 3, ambas compuestas en 1968 y 1979, respectivamente. En esta publicación, disco-partitura, quiero compartir la experiencia del encuentro con estas obras que estimo forman parte de aquel concepto creado por Lefever, la partitura en potencia. Ambos cuartetos de cuerda presentan no solamente un sonido por hacer, una interpretación a ejecutar, sino que por sobre todo proponen un hacer sonido mediante agitaciones diversas que vienen desde la poesía y un imaginario plástico que la palabra de Lefever invoca. En medio de esta escritura que parece no conocer las jerarquías de la razón disciplinaria, la escritura se divide y se expresa entre notación musical y texto, ambos actúan como acicates inspiradores de un algo más que en estas obras se ofrece. Yo diría que aquí se inscribe y se graba, en sonido, en cuerpos, en paisajes, la dimensión y el momento en el que mi cuerpo y el de mis amigos del Cuarteto f(r)actura entramos en otra dimensión.

Creo que experimentamos en carne propia una creación libre. Improvisamos, dialogamos, imaginamos, sentimos cómo la creación encuentra sus matices que son nuestros matices, pero también cómo viene ya informada por un adiestramiento musical del que en algún momento no supimos restarnos y que aparece interrogado aquí por Lefever. La tensión que nos propone tiene sentido. Estamos frecuentemente, a lo largo de estas obras, escuchando, trabando, destrabando y perturbando ese adiestramiento, también gozándolo. Lo hacemos en vivo, improvisando, sonando, comunicados por esta escritura propositiva. Para Lefever la música consiste precisamente en esto, en formas de placer-saber alternativas que hallan sentido entre afectaciones recíprocas. El cuarteto 2 y el Cuarteto 3 activan, siguiendo a Lefever, la improvisación desde un centro de producción formal y tradicional de la música clásica, el cuarteto de cuerdas. Más allá de las coagulaciones de la mente y del hábito, más allá de algún destino al que nos sintiésemos arrastrados, la música en potencia va desplazando los márgenes de la lógica y su producción territorial, asuntos que Lefever interroga detenidamente.

«El complejo sonoro 2 para cuarteto de cuerdas [Cuarteto 2] es un intento experimental destinado a lograr la independencia expresiva (con aprovechamiento del dominio instrumental) de un grupo o conjunto típico dentro de la vida musical tradicional. Utilizando el viejo hábito del trabajo colectivo se ofrece a un cuarteto de cuerdas ya experimentado, la posibilidad de arribar al campo de la expresión total, mediante una pauta de instrucciones que se refiere a la orientación del contenido acordado y a los medios técnicos para conseguirlo, de todo lo cual se desprende la forma sonora que alcanzará la ejecución de dichas instrucciones. Así por ejemplo, en lo melódico se sugiere una serie de sonidos que cumple el papel de una simple referencia lineal que orientará y ubicará el espíritu de la función horizontal o constelación de alturas dentro del complejo entero. Lo armónico resultará de una aplicación de lo melódico en sentido vertical, además de la imitación, la agresión y la deformación de la llamada serie de referencia. El ritmo y el color derivan directamente de las instrucciones sobre la intensidad, el tempo y las técnicas de ejecución. Las duraciones de cada una de las secuencias tienen medidas exactas y se indican con letras mayúsculas.» (Tomás Lefever, Hacia una expresión sonora contemporánea, en Revista Musical Chilena, 1970)

En el año 2018 publicamos el primer volumen de la Música en Potencia y en esta oportunidad hemos querido compartir con ustedes este segundo conjunto inédito de obras “en potencia”. Segundo volumen de la diversa obra lefeveriana, que no se concentra en una sola forma de hacer sino que deambula, sin temor a perderse, entre diversidades lenguajeantes. La música en potencia o la partitura en potencia es, por un lado, la creación de un nombre que contiene un gesto creativo latente; una llamada a reinventar nuestras vidas al interior de las configuraciones políticas que nos contienen; a reinventar una forma de sistematización que desnaturalice prácticas, cuerpos, relaciones, afectos, cortando la piel máscara. Por otro lado, se trata de la construcción de un aparato de resistencias –contraproducción de fuerzas heterogeneizantes– que interpelan el fin, prescribiendo el telos que, cuasi fantasmal, constituiría el elemento esencial de las operaciones musicales.

Ambas grabaciones y partituras, del Cuarteto 2 y del Cuarteto 3, corresponden a ese flujo creativo que constituye la música en potencia. En ellas Lefever crea un dinamismo heterogéneo en el que una cierta oralidad guía la creación de sonido. Y es que la palabra allí escrita constituye la inscripción subjetiva de un momento sonoro de pasaje, que se traslada entre los vectores témporo espaciales de la música estimulando la espontaneidad de los cuerpos en lectura y del propio texto como sentido en potencia. El gesto lefeveriano opera oscureciendo cierto orden tácito de jerarquización contenido en la escritura de partituras sobreescribiendo en ella una llamada a recuperar la dimensión libre, vacía, por escribir, de una invención musical de naturaleza expresiva que habría quedado atascada en algún rincón de la historia. Este llamamiento de lo potencial, este gesto que circula como frases afectivas –que afectan al mismo tiempo que suenan– articula esta creación colectiva que hoy compartimos con ustedes, que ha sido lentamente trabajada y dialogada, esperándonos mutuamente en cada parte del proceso, escuchando aquella otra posibilidad.

Graciela Muñoz Farida